¿Entrará Bulgaria en la Eurozona sin aprobar el Presupuesto Público 2026?

El descontento público y los procedimientos parlamentarios podrían retrasar la aprobación del plan estatal de cuentas, y existe la posibilidad de que Bulgaria cruce el umbral de la Eurozona sin un presupuesto público aprobado para 2026.

El proyecto propuesto por el Gobierno búlgaro fue la causa por la cual el 26 de noviembre miles de búlgaros salieron a la calle para protestar contra la distribución propuesta de los recursos públicos, calificándola de injusta, y mostrando su descontento general por la situación política del país. Entones, Boyko Borisov, líder del partido gobernante GERB, congeló el proceso de votación de la ley en segunda lectura en el Parlamento, y el primer ministro anunció la reanudación del diálogo con empleadores y los sindicatos.    

"No nos dejaremos engañar", bajo este lema la oposición representada por la coalición "Continuamos con el Cambio - Bulgaria Democrática" (PP-DB), organiza el 1 de diciembre una nueva protesta en Sofía y algunos centros de provincia. El académico Nikolay Denkov, ex primer ministro y actual vicepresidente del PP, la calificó como una advertencia para recordar al Gobierno que se espera que el Presupuesto que fue elaborado sea retirado y revisado a fondo.

"La revisión del presupuesto no puede realizarse en el hemiciclo, el proceso debe reiniciarse. Tenemos tiempo hasta el Año Nuevo, si es necesario, trabajaremos entre los días festivos, pero debemos tener un presupuesto normal en el que sepamos que todo lo que votamos está coordinado y se corresponde con lo que esperan los empresarios y los ciudadanos que desean saber cuáles serán sus ingresos", señaló Denkov en una entrevista ante BNT.

“No confundamos la tecnología para la aprobación del presupuesto con su filosofía y los parámetros que recoge”, insistió el primer ministro Rosen Zhelyazkov en una extensa entrevista para Radio Nacional de Bulgaria (BNR). Zhelyazkov especificó que, según el reglamento de la Asamblea Nacional, la retirada del presupuesto tras la primera votación solo puede realizarse mediante una resolución del Parlamento.

"Si el procedimiento se inicia desde cero, perderemos unos dos meses solo en trámites.

Esto implica que deberemos preparar un presupuesto ampliado que se aplicará en 2026. Es decir, el presupuesto para 2025, en el sentido de la Ley de Finanzas Públicas, ya convertido a euros, entrará en vigor durante el período más complejo del próximo año, en enero, cuando la doble circulación de la leva y el euro ya será un hecho. Esto supone un riesgo sistémico. Por lo tanto, a nuestro juicio, se puede obtener un presupuesto más óptimo, lo que se puede lograr mediante informes rectificativos entre la primera y la segunda votación, si el Consejo Tripartito (Gobierno, sindicatos y empleadores) llega a un acuerdo sobre los parámetros generales".

"Si imponemos nuestros deseos actuales, esto significará menos ingresos y más gastos", señaló Zhelyazkov e indicó que actualmente se están manteniendo conversaciones con los empleadores y los sindicatos, que deberían llevar a algún tipo de consenso. "Veremos si este consenso también satisface las ambiciones políticas de la oposición", declaró el primer ministro, según quien hemos visto las primeras protestas de la historia contra un presupuesto que incluye un aumento significativo de las prestaciones sociales:

"Estas no son protestas sociales como las de 1996-1997, cuando las expectativas del presupuesto eran de mayor gasto y protección social. El presupuesto de 2026 no es ni de izquierdas ni de derechas. Las protestas unieron a grupos bastante incompatibles. Había gente protestando contra el euro, gente protestando por más Europa, por más liberalismo, gente protestando por más conservadurismo, protestando por políticas sistémicas y otros por políticas antisistémicas. También hay diferencias generacionales: la protesta de los jóvenes, que representan el típico estallido generacional contra el statu quo o contra los conservadores.

Estos grupos están ahí porque no les gusta el Gobierno como tal. Esta insatisfacción debe abordarse para poder responder a ella. Y si asumimos que el destinatario es el presupuesto, debemos trabajar en él pero dentro de ciertos límites. Si el consenso es trabajar con un presupuesto ampliado para 2025 y resulta más aceptable, también es una opción.

El ratio entre el PIB y la deuda está creciendo debido al aumento de los gastos, principalmente destinados a prestaciones sociales, enfatizó el primer ministro, quien comentó las propuestas de los economistas para considerar un aumento del IVA: "En 2026, no podemos permitir esto categóricamente, ya que será un elemento que estimulará los procesos inflacionarios. Escucharemos todas las propuestas que permitan aumentar los ingresos, pero no creo que, por el momento, la sociedad aceptará una reducción de los gastos del presupuesto", señaló Rosen Zhelyazkov, y añadió:

"No se puede esperar que un presupuesto, que constituye el marco financiero del país, pero que expresa la opinión de la mayoría gobernante, logre una mayoría absoluta en el Parlamento y el apoyo de la oposición; no existe un presupuesto similar en la historia de Bulgaria.

Por lo tanto, esto será un presupuesto que debería generar cierta solidaridad ante el complejo año que se avecina. Y esto se debe a dos factores importantes: el político (las próximas elecciones presidenciales) y el socioeconómico. Es decir, la tensión política se verá agravada por la transición al euro.

Debemos tener todo esto en cuenta al desarrollar los nuevos parámetros del Presupuesto Público", declaró el primer ministro Rosen Zhelyazkov en el programa "Nedelya 150" de la Radio Nacional de Bulgaria (BNR).

Redactora: E. Karkalanova

Traducido por Vladislav Punchev